¿Robots en el campo?
Actualmente existen robots que recogen frutos, cuidan las cosechas y hasta drones que buscan ganados perdidos. Los avances tecnológicos han comenzado a transformar diversos aspectos de la industria agrícola, con los que se ha podido agilizar y reducir los tiempos de producción de alimentos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) advierte que las áreas de cultivo deben elevarse un 3% al año para seguir el ritmo de crecimiento de la población mundial. En condiciones normales, un agricultor produce 2 mil 500 kilos de trigo por hectárea en promedio, pero con la tecnología agrícola la cifra es más del triple, por lo que el escenario para garantizar el suministro alimentario se vuelve más esperanzador.
Existen máquinas autónomas para cuidar las cosechas, como BoniRob, robot del tamaño de un auto que cuenta con un sistema que le permite estudiar las imágenes de las plantas para identificar las malas hierbas; se desplaza empleando un radar como el que utilizan los vehículos autónomos de Google. También existen tractores sin conductor, robots que dirigen el ganado, sistemas autónomos que ordeñan vacas, mueven los alimentos o hasta que limpian las ubres sin la necesidad de la presencia humana.
Otro ejemplo es el prototipo de vehículo automatizado de la empresa Case IH. Cuenta con 410 caballos de fuerza, está equipado con cámaras, GPS y sistemas de radar. El usuario programa la máquina desde una aplicación móvil en una tableta y además puede trabajar simultáneamente con otros tractores.
En 2016 la Universidad de La Rioja, en España, dio a conocer una máquina que podría revolucionar la industria del vino. VineRobot es un robot terrestre con sensores no invasivos capaz de obtener y transmitir información sobre el estado del viñedo. Puede indicar con gran precisión qué zonas se deben regar y en qué cantidades, lo que influye en una producción de más calidad y también en un ahorro de agua.
Rowbot es una máquina autónoma capaz de aplicar el fertilizante justo cuando el cultivo más lo necesita. El robot australiano Ladybird analiza, a través de sus cámaras, la humedad, tipo de suelos, comprueba los nutrientes de las plantas, detecta la existencia de plagas o avisa de la presencia de malas hierbas.
Así como estos robots, hay cientos de ellos que han mejorado los procesos de la industria agropecuaria. De acuerdo con datos de la consultora IDTechEx, el mercado de drones y robots en la agricultura mueve alrededor de 3 mil millones de dólares al año, pero se prevé que para 2022 la cifra sea 10 mil millones.
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Fuentes:
Robótica y agricultura: Nuevas tecnologías en el campo
https://sistemaagricola.com.mx/blog/robots-en-la-agricultura/
Tendencias y tecnologías agrícolas
https://www.agrosintesis.com/tendencias-y-tecnologias-agricolas/